2022
YO OS HE DADO TODO
sábado, 26 de febrero de 2022 10:45 - 23:51
Mis Amados Hijos, ¡Yo perdono! Sólo tenéis que venir a Mí por Misericordia y Mi Corazón es vuestro. ¿No veis Mi Tristeza? ¿No me veis llorando desesperado por lo que vais a sufrir? Os atraigo hacia Mí, os ruego por vuestro Amor. ¿Por qué os resulta tan difícil aceptar la verdad y el Amor?
En cambio, seguís la corrupción y aceptáis la pecaminosidad fácilmente. Vosotros alegremente Me ignoráis y escondéis Mi Amor y Alegría de Mis Pequeñas Florecillas. En realidad, estáis asesinando a Mis Pequeñas Florecillas por millones, y Yo no puedo quedarme de brazos cruzados mientras os condenáis a la oscuridad eterna.
Oh, Hijos, si tan solo supierais lo horrendo o los dolores indescriptibles o el horror indescriptible del infierno, no tomaríais las acciones que tomáis tan a la ligera. Hijos, vuestros ojos siempre deben mirar al Cielo. Vuestro tiempo debe estar siempre dedicado a Mí, siempre debeis esforzaros por vivir dentro de Mi Voluntad. Oh, Hijos, ¿cómo sobreviviréis si Me negáis?
Yo lloro, Hijos Míos, porque vuestra soberbia y pecaminosidad y terquedad os han condenado. Viene la guerra. Viene el hambre. Viene la tristeza. Desearéis todo lo que habéis dado por sentado. Lo que antes era una torta se convertirá en una miga de pan, y será para vos un premio. Un trago de agua será como oro sobre vuestra lengua. Lloraréis y tendréis sed e iréis sin el socorro de la Eucaristía, y aquellos que son débiles en la oración sentirán el dolor de la sed dentro de sus Corazones. Los orantes tampoco lo tendrán fácil, pero el Espíritu Santo vuela hacia vosotros y proporciona al Cristo Consagrado para nutriros y salvaros. Sí, Hijos Míos, estos tiempos en que vivís serán dificilísimos, pero servís al Señor, vuestro Padre, y en cada esfuerzo que hagáis, Yo os bendigo.
Vosotros sois Mis pequeñas e imperfectas criaturas. No temáis sino confiad en Mi Amor. ¿Creeis que vuestro Padre Celestial busca haceros daño? ¿Creeis que os abandono en vuestro momento de mayor necesidad?
¡Por supuesto que no lo hago! ¡Tened fe! Enfrentaréis tragedia y sufrimientos, pero ¿no ha sufrido más Mi Amado Hijo? Tomad sobre vuestros propios hombros el peso de vuestra cruz y caminad con Mi Amado Hijo a través de Su Pasión. Meditad sobre Su Dolor y Sufrimiento. Comprended al interior de vuestros Corazones Su Sacrificio por vosotros. Ved, dentro de los ojos de vuestra Alma, Sus sufrimientos y su gran Amor por vosotros.
Hijitos, Yo no clamé a Mi Padre porque Él Me abandonó, ¡No! Grité con incredulidad que el Hombre, tan Amado por Mí, Me haya traicionado una y otra vez. Grité consternado: "¿Por qué me habéis abandonado?" ¡¿Por qué me habéis hecho pasar por tanto sufrimiento mientras os veo extraviados en la perdición?!
Mi Amado Padre no Me abandonó, pero Mis Amados Hijos a lo largo de los siglos rechazaron Mi Amor y Misericordia y Me hicieron clamar con miedo y desesperación sobre la Cruz de la Redención y la Misericordia. ¡Os lo he dado todo! ¡Os he salvado y os he dado vida! Ofrezco la salvación por Mis Grandes Sufrimientos, pero lo que más Me quema, lo que Me trae más dolor y sufrimiento, más torturas que los clavos que clavaron Mis Manos y los clavos que clavaron Mis Piernas al madero de la Cruz, más espantoso y desconcertante es vuestra falta de fe y de Amor por Mí, vuestro Amado Salvador.
¿Ya no creéis en la santidad de Mi Amor, Hijos Míos? ¿No reconoceis Mi Amor en todas partes? ¿Llamándoos y rogando por vuestra atención y Amor?
Oh, Hijos, Yo soy un Padre Amorosísimo y como Rey Todopoderoso, un juez justo. Debe haber una línea divisoria, una definición que sea clara, más allá del pensamiento, entre el bien y el mal. Entre la luz y la oscuridad. Verdad y mentiras. Recordad, Amados Míos, que el Mentiroso es astuto y muchos serán engañados.
Para Mi consternación, demasiados serán engañados. Mis mismos discípulos serán engañados. Mis devotos serán engañados. ¿Por qué? Porque el pecado del orgullo y la jactancia es fuerte en vuestros Corazones. Debeis ser pequeños, humildes y confiados. Debéis conocer Mi Palabra, orar y resguardar vuestros Corazones. Vivid dentro de Mi Propio Corazón y Yo os liberaré.
Oh, Hijos, habéis preguntado tantas veces por qué. ¿Por qué tienen que pasar estas cosas? ¿Qué son estas cosas que deben suceder? ¿Cuándo se producirán? No os dejeis vencer por la ceguera. ¡Os he dado evidencia en todas partes y la guía de Mis Amados Profetas que han sido despreciados una y otra vez, y su lesión aún no ha comenzado! Lloraréis por aquellos que tocaron los cuernos con tanta valentía y que fueron condenados a muerte por su verdad y honestidad al proclamar a Cristo como Señor Dios.
¡Orad! Orad, Mis Hijos. ¿De qué sirven las armas o la retórica o las leyes o el descontento? Orad. ¿No muevo Yo montañas? ¿No separo Yo los mares? ¿Os habéis vuelto tan secos en vuestro fe, que lo místico es imposible? ¿Qué debo hacer para mostraros que tomo en serio vuestras oraciones? ¡Os respondo! ¡Os escucho! ¡Escucho cada una de vuestras palabras, porque sois precioso para Mí!
Hijitos, lo que viene tiene que venir. Las tribulaciones harán que muchos se vuelvan a Mí, tantos serán iluminados y comprenderán las profundidades de Mi Amor y Misericordia. Todos Mis Hijos serán testigos de Mi Gloria y algunos verán la causa de Mi Amor y la Voluntad de Mi Amor y la seguridad total dentro de Mi Amor. Sin embargo, Amados Míos, muchos caen. No puedo soportar perder a Mis Hijos día tras día y muerte tras muerte.
Soy un Padre Amoroso y un Padre cariñoso, pero no debéis ceder al pecado. No debeis comprometeros con el pecado. Todo pecado tiene consecuencias y el pecado no confesado condena el Alma.
Hijitos, no dudéis en venir a Mí, vuestro Dios Misericordiosísimo, por Mi Misericordia. Amo, adoro y perdono al Corazón arrepentido. ¡Yo lo salvo! Y anhelo que cada uno de vosotros, en todos sus miedos e imperfecciones, vengan a Mí para que pueda sacaros de vuestra oscuridad y llevaros al gozo y la verdad de Mi Luz.
Nunca dudéis. Incluso cuando pequéis profundamente, nunca dudéis. Os perdono y os levantaré. Colocad esa promesa como una Cruz Divina dentro de vuestros Corazones. Mi Cruz y Mi Sacrificio son una promesa para vosotros, Mis Amados Hijos, de que nunca os rechazaré.
Y así, mientras este Mundo cae en un gran pecado y se prepara tan fácil y rápidamente para la guerra, Yo os digo, Hijos Míos, orad. Escucho vuestras oraciones y considero a cada una con Amor y Misericordia. Orad. No podéis detener la tormenta, pero como con todos los daños, vuestras oraciones salvan. Ellas protegerán. Concederé la paz misericordiosa.
Amados Hijos, orad. Oren con Mi Pasión. Por vuestro Amor, sufrí enteramente en Mi cuerpo humano y en Mi Alma por vos. Fui testigo de las infinitas traiciones, degradaciones y pecados de la Humanidad. Cada acto Me hirió y sigue atravesando Mi Divino Corazón, y esta es Mi mayor tristeza y Mi mayor dolor. Imaginad haber sacrificado vuestra vida y vuestra sangre por el Amor para ser correspondido con la indiferencia o el odio.
Hijos, tengo sed de vuestro Amor. Tendré Mis Brazos Amorosos abiertos para vosotros cuando la oscuridad sea máxima y tengáis que huir. Estaré con vosotros cuando vuestros ojos se abran y vuestros oídos finalmente escuchen las mentiras pregonadas sobre este Mundo. Yo os redimiré cuando volváis a Mí. El mentiroso no descansa sino que lucha de todo corazón por las almas. Orad para que podáis discernir sus mentiras.
El Mundo es consumido por sus mentiras, y esto paraliza los Corazones del Hombre.La guerra viene a causa de estas mentiras. El hombre se debilita y confía en las mentiras. Que no os engañen. Un manto de ceguera cubre a aquellos que serían engañados por los apegos a este Mundo, al orgullo, a la glotonería, al miedo. Se levantará pronto, pero muchos de Mis Amados Hijos estarán cegados, desconcertados y sorprendidos por la verdad de sus vidas. ¿Cómo se puede resistir la verdad de la negrura y el pecado? Y sin embargo, muchos, en su tambaleo, verán el Amor por lo que es y ofrece, y sus Almas dependerán de vuestra propia fuerza para guiaros. [Debemos ayudar a otros entonces.]
Por eso, Yo os digo, Mis Orantes, preparaos para ser Mis Dignos Bastones que conduzcan a los perdidos y confundidos a la Eucaristía que soy Yo en Cuerpo y Alma. Vosotros, que sois Mis Amados Pocos, guiaréis a los desconcertados para que entiendan la oración y se regocijen en Mi Amor.
Daos prisa, Hijos Míos. Las cosas dentro de este mundo cambiarán pronto y estarán más allá del reconocimiento. Preparaos para vivir humildemente, como estabais destinados a vivir. Yo os daré socorro. Debéis confiar en Mí, quienes preparan moradas protectoras, creed que vuestros esfuerzos, aunque difíciles, darán fruto. Vosotros sois los baluartes de Mi Amor. No os rindais a la desesperación. Abro las puertas cuando se hace Mi Voluntad.
Hijitos, muchos de vosotros os preparáis con bienes terrenales. Acumulais comida y agua con miedo y preparación. Hijos Míos, aseguraos de que podáis alimentar a vuestra familia pero también a las familias de vuestros vecinos. Muchos estarán en necesidad y necesitarán la guía de la oración. Y cuando creáis que el sustento escasea o desaparece, Yo pondré Mi Mano sobre vuestro pan y bendeciré el vino que ofrecéis, y el sustento se multiplicará sin explicación. Cuido a Mis Amados Fieles y solo pido que creáis en el poder de Mi Gran Amor.
Sí, enfrentaréis tiempos difíciles, pero estos tiempos y dificultades, aunque necesarios e inevitables, traerán de vuelta a Mí las Almas de tantos de Mis Amados Hijos, y no hay mayor alegría que la reciprocidad de Mi Amor. Hijos, vienen las guerras. Volved a Mí en vuestros miedos y angustias. Veo y sé que lo que viene debe venir. Se produce por vuestras propias manos. Por eso, orad y vivid dentro de Mi Divina Voluntad que os trae paz, comprensión y Amor Divino.
Paz, Pequeños. Paz.
sábado, 26 de febrero de 2022 10:45 - 23:51
Mis Amados Hijos, ¡Yo perdono! Sólo tenéis que venir a Mí por Misericordia y Mi Corazón es vuestro. ¿No veis Mi Tristeza? ¿No me veis llorando desesperado por lo que vais a sufrir? Os atraigo hacia Mí, os ruego por vuestro Amor. ¿Por qué os resulta tan difícil aceptar la verdad y el Amor?
En cambio, seguís la corrupción y aceptáis la pecaminosidad fácilmente. Vosotros alegremente Me ignoráis y escondéis Mi Amor y Alegría de Mis Pequeñas Florecillas. En realidad, estáis asesinando a Mis Pequeñas Florecillas por millones, y Yo no puedo quedarme de brazos cruzados mientras os condenáis a la oscuridad eterna.
Oh, Hijos, si tan solo supierais lo horrendo o los dolores indescriptibles o el horror indescriptible del infierno, no tomaríais las acciones que tomáis tan a la ligera. Hijos, vuestros ojos siempre deben mirar al Cielo. Vuestro tiempo debe estar siempre dedicado a Mí, siempre debeis esforzaros por vivir dentro de Mi Voluntad. Oh, Hijos, ¿cómo sobreviviréis si Me negáis?
Yo lloro, Hijos Míos, porque vuestra soberbia y pecaminosidad y terquedad os han condenado. Viene la guerra. Viene el hambre. Viene la tristeza. Desearéis todo lo que habéis dado por sentado. Lo que antes era una torta se convertirá en una miga de pan, y será para vos un premio. Un trago de agua será como oro sobre vuestra lengua. Lloraréis y tendréis sed e iréis sin el socorro de la Eucaristía, y aquellos que son débiles en la oración sentirán el dolor de la sed dentro de sus Corazones. Los orantes tampoco lo tendrán fácil, pero el Espíritu Santo vuela hacia vosotros y proporciona al Cristo Consagrado para nutriros y salvaros. Sí, Hijos Míos, estos tiempos en que vivís serán dificilísimos, pero servís al Señor, vuestro Padre, y en cada esfuerzo que hagáis, Yo os bendigo.
Vosotros sois Mis pequeñas e imperfectas criaturas. No temáis sino confiad en Mi Amor. ¿Creeis que vuestro Padre Celestial busca haceros daño? ¿Creeis que os abandono en vuestro momento de mayor necesidad?
¡Por supuesto que no lo hago! ¡Tened fe! Enfrentaréis tragedia y sufrimientos, pero ¿no ha sufrido más Mi Amado Hijo? Tomad sobre vuestros propios hombros el peso de vuestra cruz y caminad con Mi Amado Hijo a través de Su Pasión. Meditad sobre Su Dolor y Sufrimiento. Comprended al interior de vuestros Corazones Su Sacrificio por vosotros. Ved, dentro de los ojos de vuestra Alma, Sus sufrimientos y su gran Amor por vosotros.
Hijitos, Yo no clamé a Mi Padre porque Él Me abandonó, ¡No! Grité con incredulidad que el Hombre, tan Amado por Mí, Me haya traicionado una y otra vez. Grité consternado: "¿Por qué me habéis abandonado?" ¡¿Por qué me habéis hecho pasar por tanto sufrimiento mientras os veo extraviados en la perdición?!
Mi Amado Padre no Me abandonó, pero Mis Amados Hijos a lo largo de los siglos rechazaron Mi Amor y Misericordia y Me hicieron clamar con miedo y desesperación sobre la Cruz de la Redención y la Misericordia. ¡Os lo he dado todo! ¡Os he salvado y os he dado vida! Ofrezco la salvación por Mis Grandes Sufrimientos, pero lo que más Me quema, lo que Me trae más dolor y sufrimiento, más torturas que los clavos que clavaron Mis Manos y los clavos que clavaron Mis Piernas al madero de la Cruz, más espantoso y desconcertante es vuestra falta de fe y de Amor por Mí, vuestro Amado Salvador.
¿Ya no creéis en la santidad de Mi Amor, Hijos Míos? ¿No reconoceis Mi Amor en todas partes? ¿Llamándoos y rogando por vuestra atención y Amor?
Oh, Hijos, Yo soy un Padre Amorosísimo y como Rey Todopoderoso, un juez justo. Debe haber una línea divisoria, una definición que sea clara, más allá del pensamiento, entre el bien y el mal. Entre la luz y la oscuridad. Verdad y mentiras. Recordad, Amados Míos, que el Mentiroso es astuto y muchos serán engañados.
Para Mi consternación, demasiados serán engañados. Mis mismos discípulos serán engañados. Mis devotos serán engañados. ¿Por qué? Porque el pecado del orgullo y la jactancia es fuerte en vuestros Corazones. Debeis ser pequeños, humildes y confiados. Debéis conocer Mi Palabra, orar y resguardar vuestros Corazones. Vivid dentro de Mi Propio Corazón y Yo os liberaré.
Oh, Hijos, habéis preguntado tantas veces por qué. ¿Por qué tienen que pasar estas cosas? ¿Qué son estas cosas que deben suceder? ¿Cuándo se producirán? No os dejeis vencer por la ceguera. ¡Os he dado evidencia en todas partes y la guía de Mis Amados Profetas que han sido despreciados una y otra vez, y su lesión aún no ha comenzado! Lloraréis por aquellos que tocaron los cuernos con tanta valentía y que fueron condenados a muerte por su verdad y honestidad al proclamar a Cristo como Señor Dios.
¡Orad! Orad, Mis Hijos. ¿De qué sirven las armas o la retórica o las leyes o el descontento? Orad. ¿No muevo Yo montañas? ¿No separo Yo los mares? ¿Os habéis vuelto tan secos en vuestro fe, que lo místico es imposible? ¿Qué debo hacer para mostraros que tomo en serio vuestras oraciones? ¡Os respondo! ¡Os escucho! ¡Escucho cada una de vuestras palabras, porque sois precioso para Mí!
Hijitos, lo que viene tiene que venir. Las tribulaciones harán que muchos se vuelvan a Mí, tantos serán iluminados y comprenderán las profundidades de Mi Amor y Misericordia. Todos Mis Hijos serán testigos de Mi Gloria y algunos verán la causa de Mi Amor y la Voluntad de Mi Amor y la seguridad total dentro de Mi Amor. Sin embargo, Amados Míos, muchos caen. No puedo soportar perder a Mis Hijos día tras día y muerte tras muerte.
Soy un Padre Amoroso y un Padre cariñoso, pero no debéis ceder al pecado. No debeis comprometeros con el pecado. Todo pecado tiene consecuencias y el pecado no confesado condena el Alma.
Hijitos, no dudéis en venir a Mí, vuestro Dios Misericordiosísimo, por Mi Misericordia. Amo, adoro y perdono al Corazón arrepentido. ¡Yo lo salvo! Y anhelo que cada uno de vosotros, en todos sus miedos e imperfecciones, vengan a Mí para que pueda sacaros de vuestra oscuridad y llevaros al gozo y la verdad de Mi Luz.
Nunca dudéis. Incluso cuando pequéis profundamente, nunca dudéis. Os perdono y os levantaré. Colocad esa promesa como una Cruz Divina dentro de vuestros Corazones. Mi Cruz y Mi Sacrificio son una promesa para vosotros, Mis Amados Hijos, de que nunca os rechazaré.
Y así, mientras este Mundo cae en un gran pecado y se prepara tan fácil y rápidamente para la guerra, Yo os digo, Hijos Míos, orad. Escucho vuestras oraciones y considero a cada una con Amor y Misericordia. Orad. No podéis detener la tormenta, pero como con todos los daños, vuestras oraciones salvan. Ellas protegerán. Concederé la paz misericordiosa.
Amados Hijos, orad. Oren con Mi Pasión. Por vuestro Amor, sufrí enteramente en Mi cuerpo humano y en Mi Alma por vos. Fui testigo de las infinitas traiciones, degradaciones y pecados de la Humanidad. Cada acto Me hirió y sigue atravesando Mi Divino Corazón, y esta es Mi mayor tristeza y Mi mayor dolor. Imaginad haber sacrificado vuestra vida y vuestra sangre por el Amor para ser correspondido con la indiferencia o el odio.
Hijos, tengo sed de vuestro Amor. Tendré Mis Brazos Amorosos abiertos para vosotros cuando la oscuridad sea máxima y tengáis que huir. Estaré con vosotros cuando vuestros ojos se abran y vuestros oídos finalmente escuchen las mentiras pregonadas sobre este Mundo. Yo os redimiré cuando volváis a Mí. El mentiroso no descansa sino que lucha de todo corazón por las almas. Orad para que podáis discernir sus mentiras.
El Mundo es consumido por sus mentiras, y esto paraliza los Corazones del Hombre.La guerra viene a causa de estas mentiras. El hombre se debilita y confía en las mentiras. Que no os engañen. Un manto de ceguera cubre a aquellos que serían engañados por los apegos a este Mundo, al orgullo, a la glotonería, al miedo. Se levantará pronto, pero muchos de Mis Amados Hijos estarán cegados, desconcertados y sorprendidos por la verdad de sus vidas. ¿Cómo se puede resistir la verdad de la negrura y el pecado? Y sin embargo, muchos, en su tambaleo, verán el Amor por lo que es y ofrece, y sus Almas dependerán de vuestra propia fuerza para guiaros. [Debemos ayudar a otros entonces.]
Por eso, Yo os digo, Mis Orantes, preparaos para ser Mis Dignos Bastones que conduzcan a los perdidos y confundidos a la Eucaristía que soy Yo en Cuerpo y Alma. Vosotros, que sois Mis Amados Pocos, guiaréis a los desconcertados para que entiendan la oración y se regocijen en Mi Amor.
Daos prisa, Hijos Míos. Las cosas dentro de este mundo cambiarán pronto y estarán más allá del reconocimiento. Preparaos para vivir humildemente, como estabais destinados a vivir. Yo os daré socorro. Debéis confiar en Mí, quienes preparan moradas protectoras, creed que vuestros esfuerzos, aunque difíciles, darán fruto. Vosotros sois los baluartes de Mi Amor. No os rindais a la desesperación. Abro las puertas cuando se hace Mi Voluntad.
Hijitos, muchos de vosotros os preparáis con bienes terrenales. Acumulais comida y agua con miedo y preparación. Hijos Míos, aseguraos de que podáis alimentar a vuestra familia pero también a las familias de vuestros vecinos. Muchos estarán en necesidad y necesitarán la guía de la oración. Y cuando creáis que el sustento escasea o desaparece, Yo pondré Mi Mano sobre vuestro pan y bendeciré el vino que ofrecéis, y el sustento se multiplicará sin explicación. Cuido a Mis Amados Fieles y solo pido que creáis en el poder de Mi Gran Amor.
Sí, enfrentaréis tiempos difíciles, pero estos tiempos y dificultades, aunque necesarios e inevitables, traerán de vuelta a Mí las Almas de tantos de Mis Amados Hijos, y no hay mayor alegría que la reciprocidad de Mi Amor. Hijos, vienen las guerras. Volved a Mí en vuestros miedos y angustias. Veo y sé que lo que viene debe venir. Se produce por vuestras propias manos. Por eso, orad y vivid dentro de Mi Divina Voluntad que os trae paz, comprensión y Amor Divino.
Paz, Pequeños. Paz.
Permitidle al Espíritu Santo que os guíe
Lunes, 10 de enero de 2022 9:44 am – 10:14 am
Aferraos fuertemente a Mi Amado Hijo, el Señor Jesucristo. Aferraos fuertemente a Él y dejaos ser cautivos dentro de Su Corazón.
Oh, Hijos, vienen las dificultades. Pronto, vuestras elecciones serán más difíciles. El discernimiento será más difícil, y este Mundo ya no les pedirá, sino que les exigirá, que actúen sobre aquello que es tan contrario a Mi Voluntad para el Hombre.
Hijitos, vuestro Amor por Mí, vuestro Padre Amantísimo, es una elección. El Amor no puede ser forzado. Por lo tanto, estas elecciones que enfrentáis pondrán a prueba vuestro Amor por Mí hasta la médula.
Vosotros sois Mis Hijos Débiles y Amados. Cuando falleis, no dudéis en acercaros a Mí en busca de perdón y Amor. Un padre Amará siempre a su hijo, así como vuestro Padre Bueno y Todopoderoso Ama a sus Hijos, pero Mi Amor por vosotros es extraordinario (¡¡GRANDE!!). [Nada se compara.]
Hijos, no temáis a la muerte. No temáis a la muerte, porque soy Yo quien abre la puerta de la muerte. ¿Quién debe temer el Amor de su progenitor sino el hijo que ha rechazado su Amor? Mi Amor está asegurado, pero también debe estarlo el vuestro.
Hijitos, vuestros Corazones son tan pequeños y temerosos y buscan una palabra amable, y por eso os digo, Amad. Amad como Yo. No os perdáis en este Mundo y a su ira, codicia y anarquía sin sentido. Yo cuido de los mansos y humildes, y Mis Amados Hijos, debéis confiar en esto con la totalidad de vuestros Corazones y Almas.
Hijos atribulados, Yo estoy con vosotros en todo momento, ofreciendo Mi Amor y consuelo en vuestras miserias. Hijos, tomad Mis Manos y Yo os levantaré de las tinieblas de vuestros surcos y trampas o agujeros o hoyos. Mi Corazón se rompe por Mis Hijos y por las cosas que os hacéis a vosotros mismos a diario. Si supierais el precioso valor de vuestras Almas. Si lo supierais, cuán diferente viviríais vuestras vidas.
[Recibí una visión de tal belleza natural. El cielo, las flores, los árboles, un prado... y sentí un profundo aprecio por todos sus detalles y una paz no natural.]
Los moribundos tendrán su descanso en Mí, mientras Yo sea invitado o permitido a tomar Mi Descanso dentro de sus Corazones. Hijos, abridme vuestros Corazones para que no muráis y caigáis en el infierno. ¿No es más fácil elegir el Amor sobre el odio? ¿No es más hermoso experimentar la alegría que la miseria? Escoged el Gozo Eterno dentro de Mi Reino y no dejéis que Yo pierda un Alma ante el infinito mentiroso.
Hijos, sus mentiras se están promulgando en el Mundo. Las mentiras son astutas e imitan las verdades, pero no debeis dejaros engañar. Orad, Mis Hijos. Orad, y Yo os guiaré. Confíad en el Espíritu Santo, cuya voz habla en voz alta a los que son devotos en sus oraciones. No puedo enfatizar esto lo suficiente. Hijos Míos, la Reconciliación y Cristo Jesús son esenciales para vuestras Almas. No dejéis de aprovechar cada Misa y cada dispensación de la Santísima Eucaristía, el Cristo Vivo. Pronto, no tendréis oportunidades tan abiertas y buscaréis a Cristo Jesús, como los errantes en un vasto desierto buscan agua para salvar sus cuerpos. Aseguraos de haber saciado vuestra sed en la medida de lo posible, a fin de que tengáis a Cristo dentro de vosotros para manteneros fuertes.
El profano esta levantando su fea cabeza. No tengáis la menor duda. Él es a la vez fuerte y astuto, pero no temáis al que Yo aplastaré.
Se saldrá con la suya solo por un poco más de tiempo, pero en estos sus últimos días, se vuelve más frenético en sus intentos de reunir Almas; ¡Oh Hijos, y él reúne a tantos! Orad, Hijos Míos, por aquellos que están siendo engañados, para que sus ojos sean abiertos ante sus mentiras, a fin de que puedan regresar a Mis Seguros y Amorosos Brazos.
Oren, Mis Hijos. Es Mi Urgentísima petición. Orad y dedicad la totalidad de vuestro ser a Mi Amado Hijo, Cristo Jesús. Encomendaos a Mi Santa y Amada Madre, que busca proteger a todos los Hijos, ya que sois sus propios Hijos. Llamadla en busca de ayuda y ella os colocará dentro de la seguridad de Su suave manto (mantilla).
Amad, Mis Hijos. Es Mi Voluntad para este Mundo. Ese Amor hará que estreche a todos en Mis Amorosos, abiertos y majestuosamente GRANDES brazos. Os envuelvo en Mi Amor con toda la alegría que podáis comprender, pero aun más.
[de nuevo, demasiado GRANDE para describirlo]
Hijos, confiad en Mí. Seguid a Cristo Jesús. Permitidle al Espíritu Santo que os guíe. Orad. Reconciliaos y recibid a Cristo Jesús en Su Sagrada Eucaristía. Y Amad, Mis Hijos.
Os bendigo, Hijos míos. Paz
Lunes, 10 de enero de 2022 9:44 am – 10:14 am
Aferraos fuertemente a Mi Amado Hijo, el Señor Jesucristo. Aferraos fuertemente a Él y dejaos ser cautivos dentro de Su Corazón.
Oh, Hijos, vienen las dificultades. Pronto, vuestras elecciones serán más difíciles. El discernimiento será más difícil, y este Mundo ya no les pedirá, sino que les exigirá, que actúen sobre aquello que es tan contrario a Mi Voluntad para el Hombre.
Hijitos, vuestro Amor por Mí, vuestro Padre Amantísimo, es una elección. El Amor no puede ser forzado. Por lo tanto, estas elecciones que enfrentáis pondrán a prueba vuestro Amor por Mí hasta la médula.
Vosotros sois Mis Hijos Débiles y Amados. Cuando falleis, no dudéis en acercaros a Mí en busca de perdón y Amor. Un padre Amará siempre a su hijo, así como vuestro Padre Bueno y Todopoderoso Ama a sus Hijos, pero Mi Amor por vosotros es extraordinario (¡¡GRANDE!!). [Nada se compara.]
Hijos, no temáis a la muerte. No temáis a la muerte, porque soy Yo quien abre la puerta de la muerte. ¿Quién debe temer el Amor de su progenitor sino el hijo que ha rechazado su Amor? Mi Amor está asegurado, pero también debe estarlo el vuestro.
Hijitos, vuestros Corazones son tan pequeños y temerosos y buscan una palabra amable, y por eso os digo, Amad. Amad como Yo. No os perdáis en este Mundo y a su ira, codicia y anarquía sin sentido. Yo cuido de los mansos y humildes, y Mis Amados Hijos, debéis confiar en esto con la totalidad de vuestros Corazones y Almas.
Hijos atribulados, Yo estoy con vosotros en todo momento, ofreciendo Mi Amor y consuelo en vuestras miserias. Hijos, tomad Mis Manos y Yo os levantaré de las tinieblas de vuestros surcos y trampas o agujeros o hoyos. Mi Corazón se rompe por Mis Hijos y por las cosas que os hacéis a vosotros mismos a diario. Si supierais el precioso valor de vuestras Almas. Si lo supierais, cuán diferente viviríais vuestras vidas.
[Recibí una visión de tal belleza natural. El cielo, las flores, los árboles, un prado... y sentí un profundo aprecio por todos sus detalles y una paz no natural.]
Los moribundos tendrán su descanso en Mí, mientras Yo sea invitado o permitido a tomar Mi Descanso dentro de sus Corazones. Hijos, abridme vuestros Corazones para que no muráis y caigáis en el infierno. ¿No es más fácil elegir el Amor sobre el odio? ¿No es más hermoso experimentar la alegría que la miseria? Escoged el Gozo Eterno dentro de Mi Reino y no dejéis que Yo pierda un Alma ante el infinito mentiroso.
Hijos, sus mentiras se están promulgando en el Mundo. Las mentiras son astutas e imitan las verdades, pero no debeis dejaros engañar. Orad, Mis Hijos. Orad, y Yo os guiaré. Confíad en el Espíritu Santo, cuya voz habla en voz alta a los que son devotos en sus oraciones. No puedo enfatizar esto lo suficiente. Hijos Míos, la Reconciliación y Cristo Jesús son esenciales para vuestras Almas. No dejéis de aprovechar cada Misa y cada dispensación de la Santísima Eucaristía, el Cristo Vivo. Pronto, no tendréis oportunidades tan abiertas y buscaréis a Cristo Jesús, como los errantes en un vasto desierto buscan agua para salvar sus cuerpos. Aseguraos de haber saciado vuestra sed en la medida de lo posible, a fin de que tengáis a Cristo dentro de vosotros para manteneros fuertes.
El profano esta levantando su fea cabeza. No tengáis la menor duda. Él es a la vez fuerte y astuto, pero no temáis al que Yo aplastaré.
Se saldrá con la suya solo por un poco más de tiempo, pero en estos sus últimos días, se vuelve más frenético en sus intentos de reunir Almas; ¡Oh Hijos, y él reúne a tantos! Orad, Hijos Míos, por aquellos que están siendo engañados, para que sus ojos sean abiertos ante sus mentiras, a fin de que puedan regresar a Mis Seguros y Amorosos Brazos.
Oren, Mis Hijos. Es Mi Urgentísima petición. Orad y dedicad la totalidad de vuestro ser a Mi Amado Hijo, Cristo Jesús. Encomendaos a Mi Santa y Amada Madre, que busca proteger a todos los Hijos, ya que sois sus propios Hijos. Llamadla en busca de ayuda y ella os colocará dentro de la seguridad de Su suave manto (mantilla).
Amad, Mis Hijos. Es Mi Voluntad para este Mundo. Ese Amor hará que estreche a todos en Mis Amorosos, abiertos y majestuosamente GRANDES brazos. Os envuelvo en Mi Amor con toda la alegría que podáis comprender, pero aun más.
[de nuevo, demasiado GRANDE para describirlo]
Hijos, confiad en Mí. Seguid a Cristo Jesús. Permitidle al Espíritu Santo que os guíe. Orad. Reconciliaos y recibid a Cristo Jesús en Su Sagrada Eucaristía. Y Amad, Mis Hijos.
Os bendigo, Hijos míos. Paz